Llegó las seis de la tarde, el sol no se veía ya, y con las campanas anunciando el Ángelus la población se puso de rodillas y a rezar. Terminando, de pronto todo se encendió con gran intensidad y resplandor. Definitivamente una noche memorable.
Con la llegada de la luz, se facilitó mucho la vida de los arequipeños, desde la iluminación a partir de las seis de la tarde, como en la movilidad, y comunicación. Aparte era el impulso para la llegada de nuevas tecnologías a la ciudad.
Catedral de Arequipa, año 1921 Centésimo aniversario de la Batalla de Ayacucho.
Calle Moral.
Vista desde la Torre del Templo de Cayma.
Catedral de Arequipa.
Tambo La Cabezona.
Plaza España.
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